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La Habana.- La necesaria integración del enfoque de género en todo el proceso de respuesta legal y atención a mujeres víctimas de violencia, pero también a aquellas que tras vivir en situación de maltrato sostenido se convierten en victimarias, centró los debates tras la proyección este 25 de abril del documental de la realizadora cubana Ana Margarita Moreno “Consecuencias”.

Especialistas nacionales y de las agencias del Sistema de las Naciones Unidas (SNU) participaron en el Espacio de Encuentro en ocasión del Día Naranja por la No violencia hacia las mujeres y las niñas, que contó con la presencia de Myrta Kaulard, Coordinadora Residente del SNU en Cuba, y Rafael Cuestas, Coordinador Internacional de Programas del Fondo de Población de las Naciones Unidas, UNFPA.

“Cuando vemos casos como estos, siempre pienso cómo podemos trabajar y reconocer que son problemas que también nos tocan de cerca. Lo primero que me pregunto es qué puedo hacer”, comentó Kaulard al cierre del intercambio generado por la obra, realizada con el apoyo de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE) y el Centro Oscar Arnulfo Romero (OAR).

El audiovisual de 28 minutos presenta testimonios de mujeres y hombres encarcelados en Cuba por cometer delitos de agresión física contra sus parejas, que accedieron voluntariamente a compartir sus historias. Según su directora, “Consecuencias” tiene como principal objetivo su uso en espacios de sensibilización sobre esta problemática en el país.

Al intercambio sobre la obra se sumaron la profesora en Derecho Penal de la Facultad de Derecho, Arlín Pérez Duarte, y la socióloga del Ministerio del Interior Iyamira Hernández Pita, autora del libro “Violencia de género: una mirada desde la sociología”, que incluye las historias de vida de 10 cubanas presas por haber dado muerte a su pareja

Entre los desafíos planteados por Pérez Duarte estuvo la necesidad de perfeccionar la preparación del sector jurídico para excluir de la práctica el concepto de “crimen pasional”, que suele minimizar el delito en el caso de los hombres, y aplicar atenuantes que contempla el Código Penal como la legítima defensa o el miedo insuperable para las mujeres que viven la doble condición de víctimas y victimarias.

Por su parte, Fernández Pita insistió en la necesidad de avanzar hacia un modelo integrado de atención que, con protocolos sectoriales, garantice una atención diferenciada y con perspectiva de género, para las mujeres víctimas, las sobrevivientes y las que cumplen condena en centros penitenciarios por delitos vinculados a la violencia de género.

La proyección de “Consecuencias” también generó reflexiones sobre la manera en que son socializadas las masculinidades y el trabajo que debe hacerse desde la infancia para desmontar la cultura patriarcal que está en la base del ejercicio del poder masculino sobre las mujeres y en las diversas formas de violencia por motivos de género.

En ese sentido, Tania Licea, punto focal de género de UNICEF, resaltó la importancia que tiene sensibilizar desde las artes. “Obras como esta se convierten en detonantes emocionales; sirven para reconocer, sensibilizar, hacerse preguntas, plantearse la necesidad de hacer algo, independientemente de la magnitud cuantitativa de un problema”, afirmó.

Cuando se habla de violencia por motivos de género contra las mujeres y las niñas, así se limite a un solo caso, es suficiente motivo para la acción, resaltaron participantes en el Espacio de Encuentro por el Día Naranja, este 25 de abril.

DALIA ACOSTA/NACIONES UNIDAS EN CUBA