Usted está aquí

Cómo actúan los cubanos ante riesgos diversos cuando se trata de proteger su salud, la relación entre los malestares sexuales y la diabetes mellitus, las interioridades del diferencial por sexo de la esperanza de vida en Cuba y un acercamiento a la atención de salud en la adolescencia, fueron, entre otros, los principales asuntos en torno a los cuales abundaron dos paneles propuestos de manera conjunta por el UNFPA, Fondo de Población de las Naciones Unidas y UNICEF, Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia.
El foco del conversatorio fue el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 3, que busca “garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades”, y se presentaron cinco volúmenes en la sede de la Asociación Cubana de las Naciones Unidas (ACNU), en el contexto de las actividades de la 26 Feria Internacional del Libro de La Habana.
Con la presencia Coordinador Internacional de Programa del UNFPA, Rafael Cuestas y de la Representante de UNICEF, María Machicado, fueron puestos en relieve, en un primer momento de la jornada, la relación que existe entre el estudio de los temas demográficos y la salud; y en un segundo momento, la urgente necesidad de indagar más acerca de la atención a la adolescencia en el país.

primer panel, con publicaciones apoyadas por el UNFPA, abrió con un análisis de las interrelaciones entre la diabetes mellitus, enfermedad crónica bastante frecuente en Cuba sobre todo entre la población femenina, y diversos malestares sexuales, propuesta por la Sociedad Cubana Multidisciplinaria para el Estudio de la Sexualidad (SOCUMES). En este caso se presentaron los textos “I Consenso Cubano de Diabetes Mellitus y Salud Sexual” y “Diabetes Mellitus y Salud Sexual”, publicados por la Editorial CENESEX con apoyo del Fondo de Población.
Ambos volúmenes son resultados de un Consenso sobre salud sexual en personas con diabetes, celebrado en 2015.
Para la doctora Beatriz Torres, presidenta de SOCUMES, se trata de otro paso en el camino de generar debate académico en torno a temas que a menudo son invisibilizados o poco estudiados.
“Muchas veces profesionales de diferentes disciplinas dentro de las Ciencias de la Salud miran la salud sexual por separado, o solo como un problema y precisamente el objetivo de este Consenso fue buscar elementos sobre los cuales trabajar para brindarles a todos los especialistas que atienden a las personas con diabetes, a todos los niveles del sistema nacional de salud, recursos para poder identificar precozmente los problemas si es que existen, saber cuáles son los factores que se relacionan y, por supuesto, establecer tratamientos preventivos o más específicos”, apuntó la doctora Torres durante la sesión.
La sexóloga agradeció el apoyo de la oficina en Cuba del UNFPA para la realización de estos consensos, en el marco de su proyecto de cooperación.
Para el señor Cuestas, la labor de la SOCUMES tiene el valor de generar y sistematizar un estado del arte de la salud sexual y reproductiva que necesita ser divulgada y compartida fuera de las fronteras cubanas.
Ambos textos fueron coordinados por las doctoras Neyda Méndez Gómez y Daysi Navarro Despaigne y compilados por la propia doctora Torres y la psiquiatra e investigadora Ada Alfonso, vice presidenta de SOCUMES.
Según Grisell Rodríguez, subdirectora del Centro de Estudios Demográficos (CEDEM) de La Universidad de La Habana y moderadora del panel, estos volúmenes también apuntan a la búsqueda de los determinantes sociales de la salud, por lo cual están íntimamente relacionados con los dos textos de la Editorial CEDEM también puestos a disposición del público en el panel, e igualmente apoyados por el UNFPA. Es el caso de “Los cubanos, ¿cuidad su salud?” y “Diferencial por sexo de la esperanza de vida al nacer en Cuba”.


El primero, resume los resultados de la investigación doctoral de la demógrafa Alina Alfonso León e indaga en un grupo de factores de riesgo para la salud de la población cubana mayor de 15 años de las zonas urbanas del país.
Según León, se trata de examinar no solo variables demográficas, sino también otras de tipo social, económico y de salud, con el propósito de establecer la existencia de ciertos diferenciales de riesgos de salud entre grupos de personas, definidos según el color de la piel y el lugar de residencia, entre otros.
Igualmente, el estudio indaga acerca de los enfoques, percepciones y conductas de la población en torno a la prevención de trastornos para su salud.
El segundo libro, “Diferencial…” profundiza en un tema que demanda aún de mucho estudio por parte de los profesionales de la Demografía y la Salud, no solo en Cuba: la diferencia que existe entre la esperanza de vida femenina y la masculina.
Con la autoría de Libia Margarita López, máster en Ciencias, y los doctores Miriam Alicia Gran y Juan Carlos Albizu-Campos, se trata de una investigación de profundo valor pues, en el caso de Cuba, se estima que este diferencial de esperanza de vida a favor de las mujeres debería ser aún mayor.
López precisó que la publicación presenta componentes explicativos de la evolución de tema en los últimos veinte años del siglo XX.
La doctora Grisell Rodríguez, por su parte, adelantó que el tema tendrá sistematización y seguimiento pues aunque el libro es resultado de los estudios de maestría de la López, actualmente se amplía como parte de su investigación doctoral.
El segundo panel, con apoyo de la UNICEF, contó con la presencia de su Representante en Cuba, la señora Machicado, y del María Elena Cue, también de la Oficina de UNICEF en Cuba y las doctoras Francisca Cruz y Lídice Mederos. En este caso se presentaron los textos “Puericultura en la adolescencia” y “Diario del Adolescente”.