El descenso de la fecundidad cubana debe abordarse en los medios de comunicación como un proceso multicausal y con diversas conexiones, en lugar de ubicarlo como un problema a enfrentar, coincidieron especialistas presentes en la Jornada de Periodismo y Demografía, que sesionó la pasada semana en el Instituto Internacional de Periodismo José Martí (IIPJM).
La dinámica demográfica cubana ha estado marcada en las últimas décadas por años en que la población decreció, con otros en los que registró incrementos, pero siempre en magnitudes pequeñas y con inclinación a decrecer en términos absolutos, explicó la doctora Grisell Rodríguez Gómez en su intervención acerca del estado de la fecundidad en la isla hoy.
Según datos del Anuario Estadístico de Salud, la tasa de fecundidad en el país al cierre de 2016 fue de 1,63 hijos por mujer.
Desde hace casi cuatro décadas la fecundidad cubana se mantiene por debajo del nivel de reemplazo, lo que significa que cada mujer no deja una hija que la sustituya en el rol reproductivo.
La especialista del Centro de Estudios Demográficos (CEDEM), de la Universidad de La Habana, explicó que cualquier tendencia demográfica demora décadas en asentarse y que la baja fecundidad hoy es el resultado de una transición de muchos años, que ha ocurrido -y ocurre- de maneras diversas, en muchas partes del mundo.
"La fecundidad cubana de la primera década del siglo XX ya era baja para el contexto de América Latina y el Caribe, por lo cual estamos asistiendo a un proceso que se inició hace mucho tiempo", aseveró Rodríguez Gómez.
Cuando los medios de comunicación publican que en un año la fecundidad fue mayor o menor que el año anterior, no se puede interpretar como un logro o un fracaso, porque al año siguiente puede invertirse la situación, detalló Rodríguez a SEMlac.
Con ella coincidió la también doctora Marisol Alfonso, oficial nacional de Programa del UNFPA, Fondo de Población de las Naciones Unidas en Cuba, quien aportó elementos para contextualizar las características de esa transición de la fecundidad.
Para Alfonso, es importante también analizar la fecundidad como un asunto de las parejas y de las familias, no solo de las mujeres, y desde una perspectiva del derecho, reconocido en Cuba, a la planificación familiar, el acceso al uso de anticonceptivos, entre otros.
Durante la jornada de trabajo convocada por la Cátedra de Periodismo y Demografía del IIPJM, con apoyo del UNFPA, también se insistió en la necesidad de abordar la situación de la fecundidad atendiendo a las diferencias por grupos de edad y por territorio.
Estudiar la fecundidad por grupos de edad permite, por ejemplo, que no quede oculta la situación del embarazo adolescente, un tema que requiere miradas muy atentas, sobre todo en la zona oriental del país, alertó la también doctora en Ciencias Demográficas y profesora del CEDEM, Daylín Rodríguez Javiqué.
Para ello, además, necesitamos usar indicadores que sean comparables, contextualizando muy bien en qué significan para no llegar a interpretaciones erróneas de la situación, recomendó Rodríguez Javiqué.
Igualmente, se debe estudiar el tema desde un enfoque de género para evitar errores como responsabilizar a las mujeres de la baja fecundidad, o invisibilizar el derecho a la reproducción de las mujeres lesbianas, apuntó Dalia Acosta, coordinadora técnica de la Campaña UNETE contra la violencia hacia las mujeres y las niñas.
Un estudio de lo publicado sobre el tema en medios de prensa escrita y el Noticiero de Televisión, durante la última década, confirmó carencias a la hora de abordar la dinámica demográfica, muy relacionadas con las preocupaciones de las demógrafas que intervinieron en el taller del IIPJM.
"Generalmente se abordan de manera muy informativa, lo que impide visibilizar conexiones, causas múltiples o desafíos", aseveró la doctora Dixie Edith Trinquete, oficial del Comunicaciones del UNFPA.
Las más recientes medidas implementadas en el país para atender la baja fecundidad también fueron analizadas y valoradas como muy positivas, si se interpretan desde el derecho que tienen las familias a planificar el número de hijos que quieren tener y contar con las condiciones para lograrlo.
A juicio de las especialistas, un buen consejo para analizar la dinámica demográfica y las medidas que se toman para atenderlas es comprender que vivimos en un país envejecido y con baja fecundidad y que eso no va a cambiar. Pero debemos construir una sociedad donde cada familia tenga los hijos que desee y pueda contar con los medios para hacerlo.
TOMADO DE SEMLAC