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Las muchachas hoy gozan de mejores perspectivas de vida que las generaciones anteriores de muchas maneras. La prosperidad y la nutrición están mejorando, el matrimonio infantil y el embarazo en la adolescencia están disminuyendo, y el logro educativo femenino y la participación en la fuerza laboral están en aumento, reflexiona la Dra. Natalia Kanem, Directora Ejecutiva del UNFPA, Fondo de Población de las Naciones Unidas, en su Comunicado Oficial por el Día Internacional de la Niña.

Sin embargo, estos avances están lejos de ser universales y son cada vez más limitados en muchas partes del mundo. Las personas más pobres -en particular las niñas- suelen quedarse atrás y sus derechos suelen ser socavados.

Según la Dra. Kanem, a menudo “las niñas tienen menos educación, menos oportunidades y son más propensas a aceptar empleos que pagan menos e involucran más riesgo”. Además, “ellas continúan enfrentando altos niveles de violencia de género, embarazos no deseados y partos inseguros”.

“Una de cada cuatro niñas se casará antes de los 18 años y una de cada cinco adolescentes de 15 a 19 años dará a luz”, precisa el Comunicado de la Directora Ejecutiva del UNFPA.

Debido a las profundas desigualdades de género, además, los desastres y los conflictos pueden empeorar aún más la situación de las niñas.

“Ellas y sus familias, que luchan por sobrevivir, se quedan con pocas opciones, lo cual deja a las niñas aún más vulnerables al matrimonio infantil, a la violencia sexual y de género, incluyendo el tráfico, la violación y la esclavitud sexual. Se enfrentan a la cruel realidad de los mayores riesgos para su salud sexual y reproductiva y disminuyen el acceso a la atención médica”, detalla el texto.

“A pesar de estos desafíos, precisa el mensaje, “muchas niñas logran desempeñar un papel crítico en sus hogares y comunidades, incluso en momentos de crisis. A menudo son las primeras que responden a sus familias y establecen redes que producen el capital social y la resiliencia que las comunidades necesitan para sobrevivir. La protección y promoción de sus derechos, salud y bienestar es, por lo tanto, un elemento esencial de preparación para las crisis, respuesta eficaz y recuperación”.

En ese contexto, el UNFPA trabaja para asegurar que las niñas estén sanas, fortalecidas y, por lo tanto, más resistentes frente a las crisis y en la reconstrucción de sus sociedades. Igualmente, apoya el desarrollo de programas más inclusivos de salud, educación y empoderamiento que respondan a la edad y el género, a menudo dirigidos por las niñas, y realzan la voz de las niñas a nivel comunitario.

“Desde la creación de espacios seguros, hasta la provisión de información y servicios de salud sexual y reproductiva para facilitar el liderazgo y la participación juvenil, nosotros y nuestros socios innovamos para alcanzar, involucrar y empoderar a las niñas adolescentes y para asegurar que respondamos no solo a sus necesidades, sus aspiraciones”, confirma la Dra. Kanem.

“Como parte de las metas de transformación del UNFPA, continuaremos trabajando con nuestros asociados para poner fin a la violencia contra las niñas, incluido el matrimonio infantil y la mutilación genital femenina. Trabajaremos para asegurar que todas las niñas, en todas partes, disfruten de su espectro completo de derechos y tengan las oportunidades que necesitan para cumplir su potencial”, indica el comunicado del UNFPA.

“Hoy y cada día, apoyemos el poder de las niñas antes, durante y después de las crisis para construir futuros mejores para ellos y sus comunidades”, asegura la Dra. Natalia Kanem.