El proyecto “Respuesta articulada en la atención a las violencias basadas en género en Centro Habana”, inició sus primeras acciones en este municipio de la capital cubana, seleccionado por la Dirección Nacional del Programa de Atención Materno Infantil (PAMI).
El Ministerio de Salud Pública de Cuba (MINSAP) y UNFPA Cuba desarrollan esta iniciativa con el apoyo de la agencia suiza de cooperación COSUDE y la participación de la Oficina en Cuba de la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la salud (OPS/OMS).
El objetivo del proyecto es contribuir a la prevención y atención integral de las violencias basadas en género (VBG), y se enfoca en atender la necesidad de articular una respuesta integral e integrada a las VBG, incluida la violencia sexual.
La doctora Mayra, médico general integral del municipio capitalino de Centro Habana, asegura que la mayoría de las mujeres ha sufrido algún tipo de violencia en algún momento de su vida.
La doctora Mayra, médico general integral de Centro Habana, asegura que muchas mujeres han sufrido algún tipo de violencia en algún momento de su vida —o en casi todos— “y la mayoría de las veces ni sabemos que nos están violentando”.
Según los resultados de la Encuesta Nacional sobre Igualdad de Género en Cuba, publicados en 2017, el 26.7 por ciento de las mujeres encuestadas consideró que había sido víctima de algún tipo de violencia por parte de su pareja en los últimos 12 meses.
Mayra es una de los más de sesenta profesionales de la salud que asistieron a la primera sesión de capacitación sobre violencias basadas en género, con énfasis en la violencia sexual. Los temas que abordó el curso fueron: la violencia sexual como problema de salud, social y de derechos humanos; la prevención de problemas asociados a la salud sexual y mental; y los aspectos fundamentales para la aplicación de la guía de atención a los casos de violencia sexual establecida por el MINSAP.
El Doctor Rolando Valdés Cruz, Máster en Enfermedades Infecciosas, Profesor Auxiliar y Jefe del Departamento de Docencia e Investigación de Centro Habana, reconoce la necesidad de esta capacitación para el personal de salud: “En nuestra formación como médicos de la familia no está incluida la violencia de género en los escenarios docentes. Entonces, esta capacitación que se le da no solamente a los médicos, enfermeros y enfermeras de la familia, sino también a los trabajadores sociales, a las enfermeras encuestadoras y a los directivos, va a contribuir en gran medida a que, por lo menos, tengan el conocimiento básico de hacia dónde van a estar dirigidas aquellas personas que en un momento u otro sufran algún tipo de violencia de género”.
“Nos vamos a apropiar de este proyecto y lo vamos a hacer cumplir como está establecido”, expresa el Doctor Valdés Cruz.
Valdés precisa que “nosotros vamos a hacer extensivos al resto del personal de las cinco áreas de salud del municipio Centro Habana los conocimientos que adquieran los participantes en el curso”.
Primeros pasos para perfeccionar la atención a la violencia sexual
“Como parte de las acciones conjuntas que estamos desarrollando con el Ministerio de Salud Pública (MINSAP), el Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX) y la Dirección Municipal de Salud de Centro Habana, para la atención integral a las Violencias basadas en Género, en el sector de la salud se comienza la sensibilización y capacitación en el tema para la identificación, detección, prevención y atención oportuna de las VBG y en particular, de la violencia sexual”, comentó Grisell Rodríguez, Oficial de Programa de la Oficina de UNFPA en Cuba.
Uno de los compromisos adoptados por todos los países que asistieron a la Cumbre de Nairobi sobre la CIPD25: “Adelantando la promesa”, celebrada entre los días 12 y 14 de noviembre de 2019, fue precisamente: “Abordar la violencia sexual y por razón de género y las prácticas nocivas (…)”.
UNFPA acompaña los esfuerzos de Cuba para cumplir con estos compromisos y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que aparecen recogidos en la Agenda 2030. El ODS 5 insta a lograr la igualdad de género y empoderar a todas las mujeres y las niñas. Dentro de este objetivo, la meta 5.2 busca eliminar todas las formas de violencia contra todas las mujeres y las niñas en los ámbitos público y privado, incluidas la trata y la explotación sexual y otros tipos de explotación.
La Dra. Ada Alfonso Rodríguez, profesora e investigadora del CENESEX, explicó la estructura de las VBG durante esta primera sesión de capacitación.
Durante la primera sesión de esta capacitación preliminar, la Dra. Ada Alfonso Rodríguez, profesora e investigadora del CENESEX, compartió la caracterización social y de salud del municipio, resultado de un trabajo de campo que tuvo lugar en septiembre de 2019.
Esta caracterización destaca la elevada densidad de población del territorio, la existencia de espacios habitacionales con precariedad constructiva, la alta movilidad de personas de todo el país en tránsito por el municipio y el apego a relaciones de género tradicionales.
Basada en las contribuciones teóricas del sociólogo noruego Johan Galtung, Alfonso explicó la estructura de las VBG, en cuyo sustrato se encuentran las condicionantes culturales y estructurales de género que posibilitan la ocurrencia de las manifestaciones de violencia directa, aquella que puede ser visible y tener diferentes expresiones como el abuso, el acoso sexual y la violación.
Citando a la Organización Panamericana de la Salud, Alfonso definió la violencia sexual como: “Todo acto sexual, la tentativa de consumar un acto sexual, los comentarios o insinuaciones sexuales no deseados, o las acciones para comercializar o utilizar de cualquier otro modo la sexualidad de una persona mediante coacción por otra, independientemente de la relación de esta con la víctima, en cualquier ámbito, incluidos el hogar y el lugar de trabajo”.
Señaló también que “aquellos entornos donde las mujeres tienen poco valor y los espacios que son permisivos cuando los hombres ofenden a las mujeres son más favorables a la violencia sexual”. Añadió también a esta enumeración los entornos donde el consumo de alcohol y drogas es elevado, donde las niñas y los niños permanecen en las calles fuera de la mirada de sus padres interactuando con adultos y adolescentes, y los espacios de compraventa de servicios sexuales.
Alfonso precisó que esta primera etapa de implementación se centrará en aquellas situaciones “donde hay algún tipo de intercambio de fluidos, aquellas donde vamos a hacer una prevención del embarazo y de infecciones de trasmisión sexual y del VIH”. Recalcó igualmente que todas las formas de violencia sexual no son iguales y, por tanto, cada una conlleva una atención o tratamiento particular.
La Dra. Ada Caridad Alfonso Rodríguez, profesora e investigadora del CENESEX, escuchó los comentarios de las doctoras que tomaron la palabra y respondió a sus dudas e inquietudes.
Al finalizar la conferencia, varias participantes compartieron sus inquietudes e intercambiaron sobre la necesidad de implementar un proyecto como este para dar respuesta a las necesidades de salud de los habitantes de Centro Habana.
Entre las problemáticas identificadas estuvieron: la necesidad de un registro de las manifestaciones de violencia basada en género, la baja demanda que se recibe en los servicios de salud por este motivo y la importancia de que el personal de salud sea sensible a las diferentes manifestaciones indirectas de la violencia basada en género y, en particular, de la violencia sexual.
Todas las instituciones implicadas en el desarrollo del proyecto continuarán la implementación de esta experiencia piloto durante 2020, con el objetivo de perfeccionar los servicios de atención a la violencia sexual en el nivel primario de salud en Centro Habana y validar una guía o protocolo de actuación para la atención a la violencia sexual. Con ello, se contribuye al avance en la articulación respuesta integral e integrada a las violencias basadas en género.