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Presentan informe “Las juventudes latinoamericanas y caribeñas y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible: una mirada desde el Sistema de las Naciones Unidas”

Presentan informe “Las juventudes latinoamericanas y caribeñas y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible: una mirada desde el Sistema de las Naciones Unidas”

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Presentan informe “Las juventudes latinoamericanas y caribeñas y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible: una mirada desde el Sistema de las Naciones Unidas”

calendar_today 17 Agosto 2021

La crisis generada por el COVID-19 ha profundizado las desigualdades y vulnerabilidades que ya afectaban de manera importante a las juventudes de la región, lo cual compromete su futuro y el logro de la Agenda 2030.

En este contexto, y “con el fin de contar con evidencias que nos permitan conocer la situación actual de la población de adolescentes y jóvenes en América Latina y el Caribe, estamos presentando el informe ‘Las juventudes latinoamericanas y caribeñas y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible: una mirada desde el Sistema de las Naciones Unidas’”, expresó Florbela Fernades, Directora Regional Adjunta del UNFPA para América Latina y el Caribe, este 12 de agosto, Día Internacional de la Juventud.

A la luz de diferentes fuentes de información de los organismos del Sistema de las Naciones Unidas en la región, este documento repasa indicadores y estudios que atañen a diversos desafíos que las juventudes enfrentan en el marco de la Agenda 2030.

“Hoy, a días de cumplir 6 años de la puesta en marcha de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, los desafíos para lograr su consecución son aún más grandes. A pesar de los avances, las personas jóvenes siguen enfrentando exclusiones que no les permiten acceder a los beneficios que el desarrollo ha traido a sus países, situación agravada por el impacto de la pandemia”, indicó Fernandes.

 

Florbela Fernades, Directora Regional Adjunta del UNFPA para América Latina y el Caribe

 

Las y los jóvenes son agentes clave para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), valorar sus ideas y habilidades permitiría implementar soluciones concretas para el avance de la Agenda 2030. Por tanto, son necesarias políticas integradas y coordinadas que se enfoquen en promover la participación efectiva de las personas jóvenes de la región.

Al respecto, Daniela Trucco, Oficial de Asuntos Sociales de la División de Desarrollo Social de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) señaló que en la reconstrucción post pandemia y el avance en la Agenda 2030 hay que incluir la diversidad de las juventudes para que nadie quede atrás. En este sentido, destacó la importancia de los espacios de diálogo multisectoriales e intergeneracionales, de redoblar los esfuerzos de inversión en juventud y de crear sistemas de protección universales, integrales y sostenibles.

Entre los datos que destaca el reporte está el promedio simple de la inversión social destinada a las personas jóvenes en América Latina y el Caribe a precios constantes de 2010. Se estima que, en 2019, la inversión promedio anual por cada persona joven ascendió a 9.842 dólares. Entre los países que destacan por destinar más recursos a la juventud se encuentran Barbados, con 40.298 dólares, Chile, con 40.031, Costa Rica, con 18.810, Brasil, con 14.550, Uruguay, con 13.073, Cuba, con 11.370, Argentina, con 10.837, y Bahamas, con 10.761.

El informe señala que en las últimas dos décadas la inversión en las juventudes ha sido sostenida y favorable, pero no significa que se invierta mejor y por ende hay aún muchos desafíos.

Ante esta situación, Fernandes aseveró que desde el Sistema de las Naciones Unidas en América Latina y el Caribe, se continuará trabajando por los derechos de adolescentes y jóvenes en la región. “Hacemos un llamado a los estados miembros y a todas aquellas instancias y partes responsables para que prioricen a adolescentes y jóvenes como una de las poblaciones clave para lograr una recuperación plena y sostenible, que les hagan partícipes de los espacios de toma de decisiones que afectarán su presente y que, al mismo tiempo, definirán el futuro de nuestros países. No puede haber desarrollo sostenible si no incluimos a cada persona adolescente y joven. No puede haber una recuperación integral sin garantizar que ninguna persona joven se quede atrás”.

 

Las juventudes cubanas ante los ODS: una mirada desde los derechos sexuales y reproductivos

La salud y los derechos sexuales y reproductivos son un elemento central para que adolescentes y jóvenes se desarrollen sin coerción, violencia ni discriminación, reconociendo el cuerpo como un lugar de experiencia, acontecimiento y relación, acota el reporte. Sin el ejercicio pleno de estos derechos por parte de la población adolescente y joven, no será posible alcanzar los ODS.  

Un reflejo de las brechas que persisten en el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos, señala el informe, son las elevadas tasas de fecundidad adolescente que prevalecen en la región. En la mayoría de los países de América Latina y el Caribe, la tasa de fecundidad adolescente supera el promedio mundial (50 nacimientos por cada 1.000 mujeres de entre 15 y 19 años). América Latina y el Caribe es la única región del mundo en que el número de partos de niñas menores de 15 años ha aumentado entre 2000 y 2016.

Los debates sobre el embarazo adolescente en América Latina y el Caribe y sobre cómo enfrentar este desafío requieren un examen más amplio en relación con el ejercicio de la igualdad de género y el acceso de las mujeres jóvenes de hogares vulnerables a oportunidades educativas y laborales. A su vez, si bien la maternidad en la adolescencia es un fenómeno que responde a diversos factores, entre ellos los socioeconómicos y culturales, también desempeña un importante rol la falta de una educación sexual integral, y de acceso a información y servicios de salud sexual y reproductiva, refiere el informe.

Según los datos publicados, Cuba aumentó la tasa de fecundidad adolescente de 49.4 nacimientos por cada mil mujeres entre 15 y 19 años en el año 2000, a 52.0 en el año 2016, a pesar de que existen en el país programas de educación integral de la sexualidad dentro y fuera de la escuela, y de que el acceso a la salud sexual y reproductiva (SSR), incluyendo los servicios de planificación familiar, tiene carácter universal y gratuito.

Los datos que refiere el informe, publicados en el repositorio del Observatorio Global de Salud de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y en el reporte del UNFPA “Motherhood in Childhood: Facing the Challenge of Adolescent Pregnancy”, muestra que en el año 2000 Cuba tenía una de las tasas de fecundidad adolescente más bajas de la región (solo Trinidad y Tobago mostraba una tasa inferior a la de Cuba: 38.6); sin embargo, en los 16 años posteriores varios países redujeron notablemente este indicador (10 países tuvieron en 2016 tasas de fecundidad adolescente inferiores a la de Cuba), mientras que en el caso de Cuba aumentó ligeramente y la resistencia a la disminución constituyó la principal característica. Países como Argentina, Bolivia, México y Paraguay continúan reflejando una tasa de fecundidad adolescente superior a la de Cuba, aunque algunos de ellos, con una tendencia a la disminución.

Teniendo en cuenta que el informe incluye el dato hasta 2016, resulta relevante destacar que entre 2016 y 2020, según el Anuario Estadístico de Salud del Ministerio de Salud Pública, el indicador mantuvo un comportamiento oscilatorio, con una ligera disminución en el 2020, al llegar a 51.5 por cada mil mujeres de 15 a 19 años.  

 

 

El informe explica también que el VIH es una arista fundamental para la salud de las personas jóvenes de la región, ya que, a pesar de que su presencia entre ellas ha disminuido, sigue siendo una amenaza, en especial para ciertos grupos, como la población indígena. Una de las grandes barreras que enfrentan las personas jóvenes de la región en lo que atañe al VIH es la falta de educación en materia de sexualidad, salud sexual y salud reproductiva integral, ya sea dentro o fuera del ámbito escolar.

Según los datos incluidos en el informe, en Cuba, el 79% de las mujeres entre 15 y 19 años tienen un conocimiento correcto e integral sobre el VIH y las medidas para evitar el contagio. Solamente Barbados, Santa Lucía y Guyana, presentan porcentajes superiores.

 

 

Con respecto a los matrimonios y uniones tempranas, el estudio subraya que América Latina y el Caribe es la única región del mundo donde los matrimonios infantiles no han disminuido en los últimos 25 años. En 2017, el 23% de las mujeres de 20 a 24 años de la región ya habían estado casadas o en unión a los 18 años, y el 5% a los 15 años.

En el caso de Cuba, el documento refiere que, según datos de la OMS, en el año 2017, el 26% de las mujeres entre 20 y 24 años estaban casadas o en una unión a los 18 años y el 5% lo estaba a los 15 años. Esta cifra es similar a la de países como El Salvador, México y Panamá.

 

 

Además, precisa que en 2018 usaban anticonceptivos modernos el 59.9% de mujeres cubanas entre 15 y 19 años casada o en unión. Este es uno de los porcentajes más elevados de la región, solo superado por Colombia, Costa Rica y Paraguay.

 

 

En cuanto a la igualdad de género, el documento sostiene que es necesario seguir profundizando en las medidas orientadas a proteger a las mujeres y las niñas de la violencia. Para ello es fundamental abordar las causas de su vulnerabilidad, así como las manifestaciones de esta que pudieran profundizar la situación de exclusión, como el embarazo en la adolescencia, la falta de educación sexual, los matrimonios infantiles y uniones tempranas, o la sobrecarga de tareas domésticas que puede impedir a las mujeres llevar a cabo trabajos remunerados, lo que perpetúa su situación de vulnerabilidad.

Para hacer frente a estos desafíos, el UNFPA impulsa la estrategia 165 Millones de Razones, que constituye un llamado a la acción para la inversión en adolescencia y juventud. La Estrategia sobre Juventud del UNFPA está completamente alineada con el acuerdo global que representa la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, al igual que con la Estrategia de las Naciones Unidas, Juventud 2030, que tiene como objetivo aumentar las acciones a nivel global, regional y nacional para satisfacer las necesidades de adolescentes y jóvenes, contribuir al ejercicio de sus derechos y aprovechar su potencial como agentes de cambio.  

A nivel nacional, la Oficina del UNFPA en Cuba acompaña el trabajo del gobierno y las organizaciones de la sociedad civil para garantizar el ejercicio pleno de los derechos sexuales y reproductivos de las personas adolescentes y jóvenes, así como para avanzar en la equidad de género y el empoderamiento de las mujeres adolescentes y jóvenes. El Programa de País 2020-2024 del UNFPA y el Gobierno de Cuba incluye compromisos para atender las cuatro áreas de desafíos identificadas: embarazo adolescente, uniones tempranas, VBG, ITS/VIH en adolescentes y jóvenes.