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La Habana.-“El mundo mira a Cuba”, aseveró en La Habana la Directora Ejecutiva Adjunta del UNFPA, Fondo de Población de las Naciones Unidas, durante una reciente visita a la isla para cumplimentar una invitación a la Consulta Continental sobre las Iglesias y los Derechos Sexuales y Reproductivos, convocada por el Consejo Latinoamericano de Iglesias (CLAI).

Gilmore llegó a Cuba acompañada por Elizeu Chaves, integrante del Secretariado de la CIPD, más allá de 2014 y Cecilia Maurente, especialista de programas de la Oficina Regional para América Latina y el Caribe

La funcionaria de alto nivel del Fondo de Población aseveró que Cuba ha avanzado mucho en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), y que lo ha hecho, además, “con los jóvenes sentados a la mesa”, algo esencial porque, según sus propias palabras, “no hay actualmente un grupo más importante para el sistema de las Naciones Unidas que el de las personas menores de 25 años”.

Invitada por Bárbara Pesce-Monteiro la Coordinadora Residente del Sistema de Naciones Unidas en Cuba a varias reuniones de trabajo, entre las que destacó un encuentro con el equipo de país de la organización, y otro con las contrapartes del UNFPA en Cuba y aliados del Gobierno y la sociedad civil, reiteró que muchos países del mundo debían buscar inspiración en Cuba por los logros que ha alcanzado en la disminución de la mortalidad infantil o la infección por VIH/Sida, por solo citar dos ejemplos.

Además, aprovechó la oportunidad para intercambiar con las autoridades del gobierno cubano sobre la labor del UNFPA en el país, y los retos en relación con el proceso de revisión de la Conferencia Internacional de Población y Desarrollo (CIPD), más allá del 2014.

Igualmente, conversó con la directora del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), Mariela Castro Espín, quien es parte del Grupo de Trabajo de Alto Nivel de la CIPD y con los colegas del UNFPA.

El desarrollo sostenible se apoya en las personas y debe estar en correspondencia con mujeres empoderadas, con adolescentes y jóvenes que participan en las sociedades, conque los pueblos de todas las tradiciones, culturas, identidades y religiones vivan con dignidad y derechos y conque un escenario muy importante de ese empoderamiento y esa dignidad sea también posible en el ámbito de la salud sexual y reproductiva.

La idea, componente esencial del mandato del UNFPA, fue defendida por Gilmore en varios de los encuentros de trabajo, en los que también se abordaron los desafíos que impone al mundo la agenda del desarrollo post 2015.