La Habana. 13 de mayo de 2016. Hace poco más de veinte años, en la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo (CIPD), celebrada en 1994 en El Cairo, Egipto, la comunidad internacional reconoció la urgencia de fortalecer a las familias y brindarles protección y apoyo integrales.
A medida que transitamos hacia la nueva Agenda 2030, se hace evidente, otra vez, la necesidad de reconocer el importantísimo papel que la llamada célula fundamental de las sociedades puede desempeñar en la búsqueda de desarrollo sostenible, si se tienen en cuenta políticas bien planificadas, con enfoque de género y de derechos humanos.
En los últimos 20 años hemos sido testigos de notables cambios en la composición de las familias, con un aumento a nivel mundial de la cantidad de personas que viven solas y con más mujeres que están al frente de los hogares; o el incremento de familias homoparentales.
Este nuevo Día Internacional de las Familias, el próximo domingo 15 de mayo, es una excelente oportunidad para reconocer estos cambios y hacer un llamamiento para lograr nuevos enfoques y políticas que sean amigables con la nueva realidad, ayuden avanzar en la igualdad de género y el respeto a la diversidad sexual; a garantizar el equilibrio entre trabajo y familia; y a promover la solidaridad intergeneracional.
De esos temas trató en extenso la VI Conferencia Internacional de Género y Derecho que sesionó hasta este viernes en La Habana.
En su apertura Teresa Hernández, funcionaria de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), mecanismo para el empoderamiento femenino en Cuba, destacó el valor de que la cita de juristas se celebrara en fecha cercana al 15 de mayo, y pidió sirviera como otro momento “para impulsar y visibilizar programas y acciones dirigidas a promover los más altos valores humanos, las relaciones más justas, democráticas y solidarias” en el seno de la familia.
La oficina del UNFPA en Cuba se suma a este sueño promovido desde la FMC, aliada histórica de nuestra agencia en el país. En ese camino, continuaremos acompañando los esfuerzos nacionales por generar entornos que brinden apoyo a las familias, mediante el ejercicio de la paternidad y la maternidad responsables, el respeto a la creciente diversidad en la organización familiar y a la concreción plena de todos sus derechos.