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La Encuesta Nacional sobre Igualdad de Género, realizada en Cuba en 2016, registró que el 26.7% de las mujeres entre 15 y 74 años declararon haber sido víctimas de violencia en el contexto de sus relaciones de pareja en los últimos 12 meses de su vida. Mientras que el 39.6% de las mujeres encuestadas expresaron haber sufrido violencia en sus relaciones de pareja en otros momentos de su vida.

La violencia basada en género (VBG) es un problema generalizado y sistemático, con frecuencia naturalizado e invisibilizado, que tiene consecuencias nocivas para la salud, la dignidad, la seguridad y la autonomía de sus víctimas. Sus impactos negativos no solo alcanzan a las personas que la sufren directamente sino también a sus familias, las comunidades y, además, compromete el desarrollo económico y social de las naciones. La VBG es una de las violaciones más generalizadas de los derechos humanos.

El período de confinamiento, establecido para frenar la propagación de la COVID-19, tuvo entre sus consecuencias la agudización de las expresiones de VBG. En abril de este año, un informe publicado por el UNFPA vaticinaba que, por cada 3 meses que prosiguieran estas medidas, habría 15 millones de casos adicionales de VBG en el mundo y si se prolongaban por 6 meses, podrían ocurrir otros 31 millones.

Poner fin a la VBG es uno de los tres resultados transformadores que el UNFPA se ha propuesto alcanzar para 2030, en consonancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Para evitar retrocesos en este ámbito, el UNFPA trabaja de conjunto con sus contrapartes en cada país. En Cuba, el Programa de País del UNFPA 2020-2024 establece la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer como una de las cuatro áreas de trabajo fundamentales. En coherencia con esto, la organización apoya los esfuerzos nacionales para garantizar la protección contra la VBG y otras formas de discriminación en todos los contextos, tanto humanitarios como de desarrollo.

Durante este periodo, el UNFPA apoyó técnica y financieramente el trabajo del Equipo Asesor de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) en temas de igualdad de género y para la atención a la VBG. El trabajo y los avances logrados por este grupo de profesionales fueron presentados públicamente en la VIII Conferencia Internacional "Mujer, Género y Derecho. Beijing+25: En defensa de los derechos de las mujeres”, durante el panel “La Estrategia Integral de Prevención y Atención de la Violencia de Género en Cuba”.

La MSc. Osmayda Hernández, miembro del Secretariado Nacional de la FMC, explicó que el Equipo Asesor ha trabajado en la elaboración de un grupo de materiales que contribuirán a la culminación y perfeccionamiento de la Estrategia Integral de Prevención y Atención a la violencia de Género, la cual será presentada al Grupo Nacional de Prevención y Trabajo Social. Esta estrategia permitirá coordinar las acciones que realizan diversos organismos, instituciones y organizaciones de la sociedad civil en relación con la prevención y atención a la VBG.

 

MSc. Osmayda Hernández, miembro del Secretariado Nacional de la FMC

 

En este sentido, el Equipo Asesor ha elaborado una Guía metodológica para el Diseño de Protocolos de Prevención y Atención Institucional a la VBG, que será facilitada a los Organismos de la Administración Central del Estado y a otras organizaciones implicados en la respuesta a esta problemática.

Al mismo tiempo, este Equipo ha encaminado sus esfuerzos hacia el perfeccionamiento de los servicios de atención a la VBG en el país, particularmente de los servicios remotos, como son la línea telefónica de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), la de la Fiscalía General de la República, los servicios de atención de las Casas de Orientación a la Mujer y las Familias, y la Línea 103 que, en este período, amplió su rango de actuación para brindar también información y ayuda psicológica a personas afectadas por la VBG, así como para derivar casos de VBG hacia servicios jurídicos, policiales y de salud.

También con el apoyo del UNFPA, en este periodo se generaron alianzas entre el Equipo Asesor de la FMC y el equipo de los Psicogrupos de WhatsApp que ha organizado la Sección de Orientación Psicológica de la Sociedad Cubana de Psicología. Estas alianzas evidenciaron la necesidad de capacitación del equipo de los Psicogrupos de WhatsApp para atender las demandas relacionadas con las diferentes manifestaciones de la VBG.   

En cuanto a la labor del Equipo Asesor en la preparación de las condiciones para extender el trabajo de la Línea 103 a la atención de la VBG, la Dra.C. Clotilde Proveyer, coordinadora de este grupo de expertas, dijo que “se ha trabajado para poder abrir este servicio con todo lo que debe tener: un plan de capacitación online para todo el personal que opera esa línea, una guía que tengan todos los operadores de los servicios, con todas las indicaciones técnicas, teóricas y conceptuales básicas que es importante tener para esta actividad”.

 

Dra.C. Clotilde Proveyer, Coordinadora del Equipo Asesor de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) en temas de igualdad de género y para la atención a la VBG

 

La experta expresó que la atención y la prevención de la VBG “requiere no solo la incorporación de la perspectiva de género, sino también las herramientas para llegar hasta la última mujer que requiera de nuestra atención y no revictimizar”.

También insistió en la importancia de pensar la prevención y atención de la VBG de manera articulada entre diferentes instituciones y sectores, con “una mirada integradora, en sistema, donde cada parte haga lo que le corresponde, pero siempre en vínculo con los demás organismos”. Por eso, subrayó, es muy importante que los servicios brindados a través de la Línea 103 se articulen de manera sistemática con los otros servicios que existen en el país, “porque no es posible pensar en la prevención y atención de la violencia de género haciéndolo desde compartimentos estancos”.

Más adelante, durante el lanzamiento oficial de este servicio como parte de la Línea 103, Proveyer destacó que esta es la primera vez que la Isla cuenta con un servicio especializado para el apoyo y orientación a las víctimas de este tipo de hechos, si bien diversas instituciones cubanas han trabajado durante décadas en la prevención y atención de la violencia contra las mujeres. Además, recalcó que resulta esencial entender a la VBG como un problema social y no solo como un problema de salud. 

En esa presentación oficial Osmayda Hernández añadió que “lo que distingue al servicio que brinda la Línea 103 es que ofrece información, orientación y la primera ayuda psicosocial que necesitan las personas afectadas por la VBG, al tiempo que deriva los casos que así lo requieran, hacia otros servicios esenciales del sistema de protección, ya sea del sector de salud, policial, jurídico o social. Cada operador u operadora en línea sigue una ruta crítica que comienza con la orientación psicológica inicial y a partir de esa primera interacción derivará a las personas a otros servicios teniendo en cuenta lo que demanda cada una. Por ejemplo, si es una situación de emergencia, se deriva hacia las estaciones de la PNR en cada uno de los municipios; en cambio, si lo que necesita es un acompañamiento, se realiza a través de las Casas de Orientación a la Mujer y las Familias”.

Anteriormente, la Dra.C. Iyamira Hernández Pita, profesora del Departamento de Sociología de la Universidad de La Habana, se había referido durante el Panel “La Estrategia Integral de Prevención y Atención de la Violencia de Género en Cuba” al programa de capacitación nacional que se imparte a las personas que van a operar los servicios telefónicos de atención a la VBG.

Este programa de capacitación incluye una intervención de Teresa Amarelle Boué, Secretaria General de la FMC y dos conferencias inaugurales: una sobre la VBG en el contexto cubano y otra sobre el marco jurídico nacional e internacional para el tratamiento de la VBG. Luego, se estructura en cinco módulos que abordan: los aspectos metodológicos para la comprensión de la VBG como problema social, la VBG como problema de salud y sus determinantes sociales, el maltrato infantil, las herramientas y redes de apoyo social para la prevención y atención de esta problemática, las legislaciones existentes que abordan este flagelo, y la orientación para el manejo de la guía básica que acompaña al programa de capacitación.

La Dra.C. Magela Romero, también profesora del Departamento de Sociología de la Universidad de La Habana, agregó que la primera experiencia de formación a partir de este programa se ofreció “a un conjunto de personas que en el país se preparan como facilitadoras de la capacitación del personal en los territorios. Hemos empezado con las funcionarias de la FMC que a nivel provincial atienden la esfera ideológica y otras personas que han sido invitadas”. Actualmente, ya el curso ha llegado a operadores y operadoras en línea de todo el país.  

“Sin embargo, resaltó Romero, nos parece importante que la experiencia pueda tener continuidad en personas que trabajan en la Fiscalía, en la Policía, en el Ministerio de Salud Pública, puesto que siempre hemos concebido una atención integral que funciona basada en la articulación de actores”.

El programa de capacitación está acompañado de la “Guía básica para personal que brinda servicios telefónicos de atención a la violencia basada en género” y del “Mapa de servicios telefónicos para la atención a víctimas de la violencia basada en género”.

La Dra. Ada Alfonso, profesora e investigadora del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), dio a conocer que esta guía básica no será distribuida solamente al personal de la línea 103, sino que “podrá ser utilizada por otras líneas que tienen una amplia experiencia de trabajo, como la línea 106, que atiende la PNR y la línea de la Fiscalía General de la República, la cual también ha brindado servicios telefónicos a mujeres que han sido víctimas de VBG”.

 

Dra. Ada Alfonso, profesora e investigadora del Cenesex

 

La guía, explicó Alfonso, “introduce el marco jurídico que existe en el país para la prevención y atención de la VBG. Además, incluye un conjunto de definiciones clave, trabajadas con un lenguaje que permita a cualquier persona entender de qué se tratan. También tiene los elementos relacionados con enfoques generales para la atención en línea como el enfoque de derechos humanos, el enfoque de género y el enfoque centrado en la persona; porque, aunque conocemos que la esencia de la VBG está relacionada con la discriminación y el orden patriarcal, cada persona experimenta las situaciones de violencia de una manera diferente, de ahí la importancia de brindar una respuesta centrada en la persona”.

“Después, expone la concepción general de la atención en línea, con aquellos elementos que no podemos dejar de lado. Esta concepción general advierte sobre señales de alerta y sobre algunas rutas a tomar en consideración para la derivación de los casos. Igualmente, la guía ofrece información sobre los primeros auxilios psicológicos como parte de los procesos que pueden ser llevados en línea”.

“Además, hay un aspecto muy importante en nuestra consideración y que tiene que ver con un acápite pequeño pero conciso con relación a la recopilación de datos. Muchas veces se nos olvida recopilar la información y nos cuesta trabajo después comunicar y conocer la magnitud del problema. Este texto incluye al final como un anexo una planilla de aquellos elementos que no pueden faltar en esa recogida de la información”.

Durante todo el año, la FMC y su Equipo Asesor buscaron articular la respuesta de diferentes sectores, instituciones y organismos en la atención y prevención de la VBG. De esta manera, la Secretaria General de la FMC Teresa Amarelle Boué y las integrantes del Equipo Asesor han sostenido encuentros con el Tribunal Supremo Popular, la Asamblea Nacional del Poder Popular y el Ministerio de Justicia.

Durante el encuentro con el Presidente del Tribunal Supremo Popular Rubén Remigio Ferro, magistradas y magistrados del máximo órgano judicial cubano, se abordaron los retos y desafíos que se imponen en la legislación cubana para garantizar todos los derechos para todas las personas, en especial para las mujeres, niñas, niños y adolescentes. Además, se insistió en la importancia de reconocer el desequilibrio de poder histórico que sitúa a las mujeres en situaciones de injusticia, lo cual afecta no solo el ámbito de la relación de pareja sino a todos los ámbitos de la vida social.

Más adelante, en la reunión convocada por la Comisión de Atención a la Niñez, la Juventud y la Igualdad de Derechos de la Mujer, a la que asistieron la Vicepresidenta de la Asamblea Nacional del Poder Popular Ana María Mari Machado, diputadas y diputados del Parlamento cubano, se hizo énfasis en la necesidad de capacitar a las fuerzas del orden y a las personas que laboran en los órganos de justicia, encargadas de atender a las personas que lo requieran, así como de promover el rechazo a las conductas violentas contra las mujeres y las niñas.

 

Reunión entre el Equipo Asesor y la Asamblea Nacional del Poder Popular

 

Por último, en el intercambio con el Ministro de Justicia Oscar Manuel Silveira Martínez y el grupo legislativo del Ministerio de Justicia se realizaron propuestas encaminadas a la preparación y capacitación de las y los legisladores desde una perspectiva que propicie la visualización de los elementos fundamentales de la violencia de género y el uso del lenguaje inclusivo en la normativa jurídica en Cuba.

En cuanto a las proyecciones del Equipo Asesor para el próximo año, la miembro del Secretariado Nacional de la FMC, Osmayda Hernández informó que la organización concibió “un proceso de reflexión y debate a nivel de las estructuras de la FMC en las comunidades para socializar las diferentes maneras de expresarse la violencia, cuáles son las causas que la generan, cuáles son los efectos que ocasiona tanto para la salud de la familia como para el ámbito social. De igual manera, este proceso no se va a quedar solo en un proceso de reflexión y análisis en las comunidades, sino que se pretende que, en cada delegación, en cada organización de base, también surja un plan de acción concreto para prevenir y atender las diferentes manifestaciones de violencia de género que puedan ocurrir allí en el seno de la comunidad”.

Apoyo del UNFPA al Equipo Asesor

Para el logro de estos resultados, detalló la Dra.C. Livia Quintana, Asociada de Programa del UNFPA en Cuba, la agencia “se ha implicado directamente en el trabajo realizado a través de diferentes modalidades: la abogacía, la incidencia política, la articulación de alianzas entre instituciones y actores, la creación y el fortalecimiento de capacidades para poder desarrollar una respuesta articulada en la atención y prevención de la VBG, y un elemento muy importante para la toma de decisiones que es la generación de datos y la gestión del conocimiento”.

Como parte de la respuesta a la pandemia, el UNFPA trabajó desde el mes de abril en “la continuidad de los servicios de atención a la VBG como servicios esenciales, y en el desarrollo de nuevas modalidades para brindar servicios de atención a víctimas, haciendo acciones de abogacía e incidencia política, mapeando los servicios disponibles y contribuyendo a su actualización, de conjunto con Cenesex, el Programa de Atención Materno Infantil  y el área de Salud Mental del Ministerio de Salud Pública, la Unión Nacional de Juristas de Cuba (UNJC), y el Centro Oscar Arnulfo Romero. También hemos contribuido a la divulgación de información sobre los servicios disponibles en los diferentes sectores: Salud, Fiscalía y las organizaciones de la sociedad civil, así como sobre nuevos servicios habilitados durante el período de crisis. Desde una perspectiva inclusiva, el UNFPA en Cuba ha brindado asistencia técnica sistemática para integrar la mitigación del riesgo de VBG en todos los aspectos en la respuesta a la pandemia”.

 

Dra.C. Livia Quintana, Asociada de Programa del UNFPA en Cuba

 

“Con socios estratégicos del UNFPA trabajamos entonces en unos carteles que circularon por las redes y ahí se generaron los primeros contactos con el Equipo Asesor. Cuando estábamos proponiendo estos carteles, con el propósito de que las personas tuvieran acceso a los servicios que estaban disponibles, elaboramos unos mensajes clave de conjunto con Cenesex, con la Unidad Nacional de Promoción de Salud y Prevención de Enfermedades (Prosalud), con la UNJC, y ahí empezaron los lazos a estrecharse con el Equipo Asesor, del que hoy formamos parte activa”.

“Desde entonces, apoyamos en la realización de reuniones virtuales y presenciales del Equipo Asesor, articulamos alianzas y brindamos asistencia técnica sistemática con la socialización de materiales y espacios de intercambio propiciados desde la Oficina Regional del UNFPA para América Latina y el Caribe. Un insumo importante para la Guía que hoy tenemos, fue la Guía de Atención Psicosocial Especializada para Sobrevivientes de VBG, que se elaboró desde el UNFPA en la región de América Latina y compartimos con el Equipo Asesor”.

“Productos concretos en los que hemos trabajado con el equipo asesor y que forman una base importante de lo que va a ser la respuesta en la que estamos involucradas y seguiremos trabajando juntas: es el mapa de servicios telefónicos para la atención a víctimas de la VBG. En su producción, hay que destacar también la contribución de Oxfam y de la Agencia Suiza de Cooperación para el Desarrollo, que nos están apoyando con recursos para que estos materiales tengan un alcance a todos los municipios del país. También hemos contribuido activamente a la elaboración de la “Guía básica para el personal de servicios telefónicos que brindan servicios de atención a la VBG”. Con esa capacidad que tiene el UNFPA de potenciar la participación juvenil, se ha generado una aplicación para teléfonos móviles que permitirá a las personas acceder a este mapa de servicios telefónicos”.

“Dentro de las cosas que hemos hecho, está la participación en la elaboración de la Guía metodológica para la elaboración de los protocolos para la prevención y atención de la VBG, destinada a los Organismos de la Administración Central del Estado y las instituciones. Esta ha sido confeccionada a partir de la revisión de otros materiales de referencia. Lo hicimos colocando un lenguaje lo más sencillo posible como para que fuera inteligible a todas las personas, pero además para que esos protocolos sean lo suficientemente claros para que se genere una respuesta funcional y articulada. Esta respuesta requiere de la integración y de la visión sistémica. No puede centrarse en una sola institución, requiere de la acción colegiada y colectiva, de la acción de todas las personas comprometidas y de todas las instituciones con responsabilidad”, concluyó Quintana.

Durante la presentación del servicio de atención a la VBG que se brindará a través de la Línea 103, la Representante Nacional del UNFPA en Cuba, Dra.C. Marisol Alfonso, precisó que “en el marco del compromiso global que tiene el UNFPA con la eliminación de la VBG y todas las prácticas nocivas contra mujeres, niñas y adolescentes, trabajamos desde hace muchos años con la FMC, en particular con el Centro de Estudios de la Mujer, en temas que tienen que ver con la transversalización de género, la generación de datos e investigaciones y en esta labor se ha incluido siempre la VBG; pero, en particular, este año nos vinculamos a este esfuerzo como parte de la respuesta a la COVID-19”.

 

Dra.C. Marisol Alfonso, Representante Nacional del UNFPA en Cuba

 

Alfonso concluyó expresando que “este resultado no lo vemos como el fin, porque es en realidad el inicio. Sabemos que ahora viene toda la implementación, todo lo que significa monitorear el servicio para que realmente tenga la calidad que requiere. Seguramente continuarán los esfuerzos para perfeccionarlo y ampliarlo con la finalidad de que esté en mejores condiciones de atender a las mujeres que lo necesiten, ese es el objetivo”.